22 noviembre 2010

ERIDOR 1. creando Banthakhän (parte 5)


Beybac y Nia mordían, a Masbou. Beybac al ser más pequeño y ágil que el resto iba de un lado a otro del dragón oscuro, arañándolo, mordiéndole, lanzándole llamaradas, y mareándole, y Colin le ayudaba con su espada. Nia mientras, intentaba estrangularle con su largo cuerpo, pero tenía el cuello muy grueso y no conseguía más que darle una vuelta y media, aún así le clavaba las unas, y Razarc intentaba cortarle la yugular con su espada.

Masbou se percató de las intenciones de Razarc. Así que agarró con su enorme pata delantera, el largo cuello de la dragona, le apretó fuerte y rugió. Después la lanzó y la mandó con Razarc encima, contra una pared. Después cansado de que Beybac volara a su alrededor, le lanzó una bola de energía oscura. no llegó a darle, pero si le rozó el costado del pequeño dragón y de la fuerza del impacto Beybac salió disparado. La cuerda que ataba las piernas de Colin se soltó y este salió disparado.

-¡¡Beybac!!- gritó el chico corriendo hacia el dragón. Este en el costado, donde le había dado la bola de energía, le faltaban algunas escamas y tenia bastantes de ellas quemadas -¿estás bien amigo?

{si. Me duele, pero podemos con ellos. Debemos unir nuestras fuerzas}

-si. Vamos a hacer ahora- miró hacia el dragón oscuro, que estaba de pie, sobre las cuatro patas, intentando cazar a Hírador con la boca. Hírador y Eaoden estaban dando vueltas alrededor de la bruja oscura, y esquivando sus ataques, a la vez que ser cazados por el dragón.

Razarc y Nia, fueron a volver al ataque cuando Colin les detuvo y les avisó de que había llegado la hora de unir sus energías. Rápidamente Colin montó en Beybac se ató bien fuerte y fueron a avisar a Eaoden.
 
La bruja lo oyó y se asustó, así que le dijo a Masbou que se fuera al triste patio trasero.

Los chicos unieron sus mentes. No era fácil pero lo habían practicado muchísimas veces, sus tutores ponían especial ahínco en ello. Ahora pensaban los seis como si fueran uno solo. Todos sus movimientos estaban coordenados, nada se les escapaba.

Salieron de la habitación al patio, a por la bruja que los esperaba. Los chicos iban atacando con la espada y con pequeños hechizos. Hírador lanzaba rafagas de aliento helado y Beybac y Nia llamaradas de fuego.

Judis atacaba como podía. Por muy poderosa que fuera, eran seis atacándola y se movían demasiado para lanzarles hechizos potentes. Cuando se vio muy rodeada, extendió los brazos en forma de cruz, y poco a poco fue subiéndolos mientras pronunciaba lentamente unas palabras en otro idioma, de golpe se quedó rígida, con los brazos extendidos, con los pulgares y los índices extendidos. Una esfera de color negro apareció alrededor de ella y Masbou. La esfera estuvo ahí quieta unos segundos, y de pronto se extendió formando ondas, como al caer una gota al agua, impactando sobre los dragones. Cuando estos recuperaron la estabilidad, Eaoden gritó:

-¡¡ya!!-

Como tenían planeado, los tres chicos con una mano extendida hacia le bruja oscura, gritaron en el idioma élfico las palabras que significaban paralizar. La bruja intentó contradecir el hechizo, pero fue incapaz. Los tres jinetes llevaron a bruja y dragón dentro del castillo. Y sin que ninguno de ellos lo esperara apareció Mosh.

En cuanto Masbou le vio se puso muy nervioso, más que la bruja oscura, a los chicos les costaba mantenerlo paralizado. Mosh se acercó a donde estaban, y se puso a hablar con la bruja aún paralizada en el idioma de esta. Al principio parecía que la bruja no quería escuchar y acabaron discutiendo. Pero reinó el silencio cuando Mosh recito:

-mágia oscura, vida infeliz
expulsa tu mal, vete de aquí
acoge su alma, en el colgante de plata
vigila que quien guardas no escapa

El cuerpo de la bruja oscura, empezó a convertirse en una especie de aura blanca, y como el viento fue volndo al rededor del cuello de Mosh, donde se convirtió en un colgante en forma de un plateado dragón formando una espiral.

-este colgante abrirá dos puertas, que tendrán este mismo símbolo. En una de ellas encerraré a la bruja, la otra será un simbolo que recordará para la eternidad el mal que encierran. Si alguna de las dos se abriera, la magia que retiene a la poderosa bruja oscura, Judis, desaparecerá y ella volverá.-

De pronto Masbou reaccionó sorprendiéndolos a todos, y se liberó del hechizo de los chicos. Dio un peligroso zarpazo a la pata mala de Beybac escupió directamente a la cara de Nia una bola de energía negra. Lanzó por los aires a Nia y Beybac, así como a sus jinetes y huyó. Eaoden con Hírador los persiguió. La enorme rabia que tenía Hírador le hacía superar los límites de sus fuerzas. Pero Masbou consiguió escapar.

Mosh fue a ver como estaban los dragones atacados. Nia... había muerto. No hay nada peor que a un jinete se le muera el dragón. Razarc lloraba desconsolado abrazado a su querida dragona. No se podía hacer nada.

A Beybac le quedaban pocos minutos para que sus fuerzas se agotaran. Sangraba demasiado de la pata herida. Ni siquiera Mosh podía curar sus graves heridas. Colin destrozado, acariciaba a su dragón recordándole lo mucho que le quería, le agradecía haber ayudado a retirar el mal de la bruja oscura, de Eridor. intentaba calmarlo un poco. Beybac esforzándose por hablar, le agradeció haberle ayudado a salir del huevo. Le lamió la cara al darle un beso, y no volvió a abrir los ojos. Colin empezó a llorar en silencio abrazado a su dragón, mientras seguía acariciándole.

Una única lagrima azul celeste se derramó de los ojos de Mosh. Llegaron Eaoden e Hírador, y vieron la horrible escena. Era horroroso ver a dos hombretones llorando desconsoladamente. Los dos estaban furiosos por no haber conseguido atrapar a Masbou. Y Eaoden se enfadó durante mucho tiempo consigo mismo por no haber seguido tras Masbou más tiempo, y haber conseguido vengar a sus amigos Beybac y Nia. Fue una escena realmente triste y dolorosa con los años pasaría la desesperación, pero no la pena, el dolor, ni el recuerdo.

Mientras tanto Masbou había huido al bosque del lejano sur, llevándose consigo a los Groin-tukh y algunos Nurborgs, tenía pensado seguir los pasos de su ama. Lo que Mosh no sabía era que él había retenido parte del alma de la bruja oscura, y podía crearle un cuerpo nuevo, pero tardaría años en descubrirlo.

Pasaron tres años. Colin y Eaoden estaban casados con las dos elfas de las que se enamoraron el primer día, y Razarc con una joven humana. Los tres vivían en el palacio con ellas. El día del 26 cumpleaños de Colin, Mosh llamó a solas a los tres chicos.

-chicos, he tenido tiempo para pensar- dijo el lobo pensativo- Razarc... desde que llegaste aquí has querido reinar tu propia ciudad ¿verdad?-

-¡por supuesto!- contestó el muchacho.

-estupendo pues. Un gran número de hombres está construyendotu ciudad. Todos son grandes fieles del poderoso Jinete de dragón Razarc-

-¡¡eso es maravilloso!!- dijo entusiasmado

-Eaoden...tu siempre has sido un gran lider, y ahora que Razarc abandonará Eridor... ¿Qué te parece la idea de que te nombre rey de Eridor?-

-¡¡¡¿cómo dices?!!!- dijo Eaoden que no sabía si le tomaba el pelo

-Te voy a nombrar rey de Eridor, puesto que, como sabeis, no voy a estar aquí siempre. Debo viajar por, Banthakhän, el mundo que creé y vigilar que esté en paz. Colin... tú tienes una misión importante... debes volver a Archelant, dentro de bastantes años un familiar tuyo vendrá a este mundo y me gustaría que os conocierais y vigilaras que tiene tanta bondad como tú mismo, para que no ocurra lo mismo que con Judis.

-está bien- dijo él

tuvo un día para despedirse de su mujer elfa y sus amigos. Y recoger algunas cosas personales que quisiera llevar a Archelant. Y cuando fue a rezar por Nia y Beybac una lagrima recorrió su rostro. A la media hora Mosh, le dijo que debían partir y marcharon a una pequeñita explanada de un bosque alejado.

-Colin, tengo dos cosas para ti antes de que te vayas- Le dio un collar, la cadena era de un rojo brillante- son escamas de Beybac, y el colgante es su uña. Para que no le olvides nunca-

-igualmente no le olvidaría, pero así tengo un recuerdo suyo. Muchísimas gracias Mosh- dijo poniendose el collar

-Aquí te entrego el otro- era una espada en su funda. Colin la desenfundó y vio que en el mango tenía una enorme perla roja en el dorado mango. La hoja era recta y afilada, con un intenso brillo rojo, y tenía algo escrito en élfico. Mosh lo leyó- pone, “Colin, jinete de dragón, jinete de Beybac”. La perla del mango es parte del huevo de Beybac.

-¡¡vaya Mosh!! Es preciosa. Pero lo siento, no puedo aceptarlo, volver a Archelant con una espada sería demasiado extraño, prefiero dejar la espada aquí. Así Eridor tendrá un recuerdo de Beybac y mío. Y si a mi familiar, le hace falta, que sea suya-

-la decisión es tuya, la cuidaremos bien. Colin ahora debes volver pero antes... hay una cosa que desconozco-

-¿el que Mosh?- dijo el chico extrañado

- no sé si el tiempo en Archelant transcurre igual que aquí-

-yo lo comprobaré. Mosh te quiero mucho amigo, te extrañaré durante el resto de mi vida.-

-yo también te quiero. Sin ti no habría creado este mundo- se abrazaron- Colin, aparecerás justo en el lugar de donde vinisteis-

-tendré mucho por explicar. De cuatro que éramos solo vuelvo yo. Dile al resto que les quiero- dijo al colocarse enfrente del lobo, como este le indicaba. Entonces, Mosh suspiró encima de Colin, y este solo pudo ver oscuridad. De no ser por que en Eridor se había vuelto más fuerte y estaba acostumbrado a volar en Beybac, se le hubiera revuelto el estómago sentía como si cayera hasta el centro de la tierra, cerró los ojos de la impresión

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