Solo puedo mirar unos ojos que no son míos. Me están prohibidos. Y yo los miro a escondidas.
Son unos ojos azules, tan bonitos, tan profundos. De un azul claro, como una dulce mañana o el mar en un día calmado. Un azul tranquilo pero persistente. Es un azul que hace que me sumerja dentro de ellos. Que me pierda en su mirada y me olvide del resto del universo.
Pero no son míos. No se me permite mirarlos. Está prohibido. No solo sus ojos sino sus pecas y todo él. No es mio....
Es de ella
Esa maldita afortunada que me ha robado lo que más quiero. Que ha conseguido mi sueño. Que es su dueña. Cuanto la odio. Realmente la odio.
Si para conseguir sus ojos. Para poder mirarlos. Para poder contar todas las pecas de su rostro. Para sentir sus caricias. Para abrazarme en su pecho. Para sentir su respiración. Si para poder saborear sus labios, he de pasar por encima de ella lo haré.
Si borrándola a ella del mapa, él será mio, acabaré con ella. Será como si nunca hubiera existido, y nadie llorará su perdida.
Si así él fuera mio...... si lo consiguiera de ese modo....
Pero como no puedo saberlo..... me lamento en silencio y sigo observado sus ojos a escondidas
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