07 febrero 2011

¡Oh, un charco!

Hay un charco en el camino, y sin darme cuenta, o sin poder evitarlo, meto el pie dentro.

"Oh! ¡Me he mojado el pie!"

Si me pongo a llorar, sintiéndome triste, desolada, hundida y metiéndome dentro del charco por haberme mojado el pie, lo que conseguiré será mojarme entera. En vez de eso, solo tengo que sacar el pie y dejar que se seque con el aire

No hay comentarios:

Publicar un comentario