He soñado con él.
He luchado por él.
He llorado por él.
He respondido por él.
He mentido por él.
He luchado por los dos.
He pasado noches sin dormir por los dos.
He sufrido por los dos.
He soportado el silencio de los dos.
Le he defendido hasta cuando no tenía excusa ni perdón.
Y he conseguido que me deje de importar.
Pero ahora me doy cuenta de que no es así. Me doy cuenta de que esperaba al menos una pregunta. De ver un mínimo interés, no quiero que esté encima de mi, pero una simple pregunta. Ya no por mi, ni por él. Ni por el recuerdo de lo que en un tiempo compartimos. Si no por ser humano.
Y me vuelvo a equivocar. Me siento dolida. Suelo esperar lo mejor de los demás, igual que yo intento dar lo mejor de mi. Y por este motivo no será la primera vez que abra los ojos de forma similar.
Ahora debo darle las gracias irónicamente y responder a sus preguntas no hechas.
Si, estamos bien las dos. Pasamos miedo, yo por ella, no por mi. Estamos vivas y en casa. Gracias por preguntar.
Y por último... Creo que empiezo a arrepentirme de haber sido tan tonta durante todo este tiempo. Puede que me esté volviendo a equivocar al pensar esto, soy humana y cometo errores como todos, o incluso más. Pero esto es lo que me dice mi corazón en estos momentos.
Has sido tonta por no haberte dado cuenta antes.
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