Miradas incapaces de sostener.
Tímidas sonrisas avergonzadas.
Imperceptibles roces con mensaje oculto.
Una risa capta tu atención.
Una patadita me hace temblar.
Un día y otro. Te acaricio la espalda. Me tocas el pelo. Te cojo la mano. Me agarras de la cintura. Me tumbo en tu regazo. Me acaricias el pelo.
Te rozo un labio con los míos.
Me besas.
Ahora todo es más sencillo. No me apartas la mirada avergonzado. Te cuento mis cosas sin ponerme roja. Tú me besas cuando quieres. Yo me acomodo entre tus brazos.
Aún queda un largo viaje, con distintas escalas, una se ven cerca, otras parecen lejanas, pero juntos de la mano sabemos cual es nuestro rumbo.